Las oraciones de protección católica, son una fuente inagotable de gracia del Seños para sus siervos. Sin dudas invocar a cada ángel, cada espíritu en el nombre de Dios es tan fuerte, más aún que usar mil armas al momento.
La Virgen María es una especialista en cuidar a sus hijos, tan sólo con llamarla, ten por seguro que ella se encargará de cuidarte a ti y los tuyos, sin importar la envergadura de la tribulación que se avecina o que estés viviendo. Dios Todopoderoso escucha sin dudas a su madre, Él mismo fue quien la escogió y como no obedecerla.
Por ello Virgen María cúbrenos con tu manto, para que los poderes de las tinieblas no alcancen nuestro ser.
San Miguel Arcángel, es otro de los grandes protectores que el Señor nos ofrece, ya que con su espada, devuelve al lago del infierno a Satanás y toda podredumbre que este trae a nuestro mundo. Por esta razón, no dudes en llamarlo y que se haga partícipe en medio del problema, para que tú y los tuyos no estén turbados durante la tormenta, sino como los jóvenes a los que Nabucodonosor metió al horno, quienes danzaban entre las llamas y un ángel los salvo para gloria del Altísimo.
Los poderes del cielo también se reflejan en el Espíritu Santo, dador de vida y que con su fuego, no permite ni medianamente, que alguno de sus siervos caiga en manos del mal. No temas porque el Espíritu de Dios está aquí, presente en medio de las llamas, del humo y de las espadas, él te rescatará de todo mal en el nombre de Cristo el Señor.
Las oraciones de protección católicas, son muy importantes, para que en el momento que nuestra vida esté en peligro, el Señor y las milicias celestiales, nos protejan de Satanás y todo su ejército del mal.
Oración Sé mi Guardia Jesús
Jesús, me levantaré; Jesús, tú me acompañas;
Jesús, encierra mi corazón en el tuyo, Y deja que mi cuerpo y mi alma
Te lo encomendamos a ti.
El Señor es crucificado.
Que Dios guarde y proteja mis sentidos
Para que las desgracias no me superen.
En el nombre de Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Amén!
Oración Jesús mi Guardian
Como la copa y el vino, y la santa cena,
que nuestro querido Señor Jesucristo dio a sus amados discípulos
cada día, que el Señor Jesús me proteja durante el día,
y por la noche, eso:
Ningún perro puede morderme,
Ninguna bestia salvaje me destroza,
Ningún árbol cae sobre mí,
No hay agua en mi contra,
Ninguna arma de fuego me hiere,
Ni armas, ni acero, ni hierro me cortaron,
Ningún fuego me quema, ninguna sentencia falsa cae sobre mí,
Ninguna lengua falsa me lastima,
Ningún pícaro me enfurece, y eso sin demonios, sin brujería.
O el encanto puede hacerme daño. Amén.
Protege mi día
Bendita sea mi protección cuando salgo de día o de noche,
Para que no dejes que ninguno de mis enemigos o ladrones se acerque a mí,
Si no tienen la intención de traerme lo que se pretendía de tu Santo Altar.
Porque Dios el Señor Jesucristo ha ascendido al Cielo en su Cuerpo vivo,
Y así mi cuerpo y mi bienestar serán protegidos en este viaje.
Señor, bendíceme y cuida de mí día y noche.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Proteger mi viaje
En el nombre de Dios, voy en este viaje.
Que Dios Padre esté conmigo,
Que Dios el Hijo me proteja, y
Que Dios el Espíritu Santo esté a mi lado.
Quienquiera que sea más fuerte que estas tres personas
Puede acercarse a mi cuerpo y a mi vida; sin embargo
El que no es más fuerte que estos tres
¡Más vale que me dejes en paz!
Oración protégeme Cristo
La cruz de Cristo esté conmigo;
La cruz de Cristo vence a toda el agua y a todo fuego;
La cruz de Cristo vence a todas las armas;
La cruz de Cristo es un signo perfecto y una bendición para mi alma.
Que Cristo esté conmigo y con mi cuerpo durante toda mi vida
De día y de noche. Ahora rezo, rezo, rezo a Dios Padre.
Por el bien del alma, y ruego a Dios Hijo por el bien del Padre,
Y ruego a Dios Espíritu Santo por el bien del Padre y del Hijo,
Y ruego a Dios Espíritu Santo por el bien del Padre y del Hijo,
Para que el santo cadáver de Dios me bendiga contra todas las cosas malas, palabras y obras.
La Cruz de Cristo
La cruz de Cristo me abre a la bienaventuranza futura;
La cruz de Cristo esté conmigo, sobre mí, delante de mí,
Detrás de mí, debajo de mí.
En todas partes, y ante todos mis enemigos,
Visible e invisible; todos ellos huyen de mí
Tan pronto como sepan o escuchen.
Enoc y Elías, los dos profetas, nunca fueron
Encarcelados, ni atados, ni golpeados y vinieron
Nunca fuera de su poder; así que ninguno de mis enemigos
Debe ser capaz de herirme o atacarme en mi cuerpo
O mi vida, en el nombre de Dios Padre, el Hijo,
Y el Espíritu Santo. Amén!
Protección del Cielo
La bendición que vino del cielo,
De Dios Padre, cuando nació el verdadero Hijo vivo,
Acompáñame en todo momento;
La bendición que Dios pronunció sobre toda la raza humana,
Acompáñame siempre.