Oraciones Poderosas para dominar

Indiscutiblemente el amor es la magia que mueve al mundo. Sin el amor no habrían pasado grandes maravillas de la historia, empezando por nuestra creación, ya que el Todopoderoso nos creó por amor. Así que si tú en este momento tienes algún aquejo en este sentido, despreocúpate, Dios responderá.

Las respuesta de Dios pueden ser inmediatas como cuando hizo levantar al paralitico o curó a la suegra de Pedro, también tardías, como cuando Eliseo le dijo a Naamán que se bañara 7 días en el Rio Jordan o el leproso que se curó en el camino luego de suplicárselo al Señor.

Hoy te diremos que el Señor es el único que tiene el poder para traer a ese ser amado y si quieres dominar, para amar y que este a tu lado, no dudes en invocar el nombre de Jesús, que es el que esta sobre todo nombre y si esa persona el Creador la quiere para ti, sin importar las fronteras, el tiempo, las dificultades, trampas y demás estará a tu lado y aunque Cristo Jesús ya lo sabe, el espera que tú le hables con todo el corazón para darte esa respuesta, que como se acabó de mencionar puede ser inmediato o progresiva, pero de que el señor responde, el Señor responde.

La Sangre del Todopoderoso tiene un poder inmenso, al igual que la Santa Cruz, por ello repite el nombre de él o ella y colócalo a los pies de la cruz y pide que cada gota de sangre que caiga a los pies de Cristo bañe la relación de ambos, el problema, la necesidad y verás como el Señor de los Ejércitos se manifiesta el día y de la forma menos esperada.

No llores más, no temas, confía en el Señor y el obrará en tu favor, así como lo ha hecho por quienes han puesto su esperanza en él. Amen.

Oración a Santa Marta La Dominadora

Martha, Martha,
la que levanta los vientos,
la que los demonios lujurian.

La que vierte entonces sirve
la vino sobre el difunto,
la que tira de las burlas del ahorcado.

La que desentierra los huesos
de los que están enterrados.

La que se sienta
con la Señora María de Padilla para conversar.

La que tuvo nueve hijos,
y nueve enterrados.

Como esta es la verdad os pido que entréis
en el corazón de (decir nombre),
y de él quitarle tres gotas de sangre.

Dondequiera que esté, te pido
que me lo traigas.

Tráelo caminando, corriendo, pero es una molestia,
atarlo y domarlo y ponerle amor
sólo para mí dentro de su corazón.

Que me ame a mí y en su
que todos los pensamientos sean urgentes.

Que no me olvide,
ni de noche ni de día,
y donde quiera que esté,
que sólo piense en mí,
y con ninguna otra mujer
que encuentre paz y consuelo.

Que no descanse, ni trabaje, ni camine,
ni correr con su mente en ninguna otra mujer que no sea yo.

Esto te lo pido humildemente
Santa Marta la Dominadora.

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