Sin dudas el mal tiene una capacidad de inteligencia asombrosa, que busca corromper y dañar a los hijos de Dios de todas las formas posible. El maligno es tan hábil que es capaz de maquillar situaciones y cosas as u antojo, a tal punto que estas sean imperceptibles como malvadas por cada uno de nosotros.
La oración es el arma que tenemos para poder vencer todos los males que nos acechan y aguardan, gracias al rey de las tinieblas. Jesucristo mismo fue tentado por el diablo en el desierto, en un momento de debilidad. Si este personaje fue capaz de ir frente al mismísimo Mesías, a nosotros nos rapará con un descaro mucho mayor. Por ello estar alerta de las cosas que pasen en nuestro alrededor es fundamental, para vencer sobre el mal y glorificar al señor en cada uno de nuestros actos.
La oración debe ser constante, de corazón y colocando todo en los pies de Jesús, él no nos desampara y no permitirá que caigamos en manos de lo completamente abominable. Los peligros también acechan por todos lados, aquí el maligno se manifiesta con más fuerza, por ello no dudes en llamar al Salvador, con una poderosa oración y el té librará.
Jesús de Nazaret no entregó su vida de una de las peores maneras posibles, es decir en la cruz, para que nosotros sucumbamos ante el mal. Es el momento de poner esta poderosa oración y rezar, rezar y seguir rezando, hasta que el poder de Dios mande muy lejos todo maleficio o huella del mismísimo demonio.
Daniel oro en el foso de los leones y Dios lo salvó, los amigo de Daniel oraron en el horno de Nabucodonosor y el Señor los salvo. Por ello no desesperas ni temas, ya que Cristo te salvará a ti a los tuyos si confías plenamente en él.
Oración contra el mal
Espíritu de nuestro Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Santísima Trinidad,
Inmaculada Virgen María, ángeles, arcángeles y santos del Cielo,
desciendan sobre mí.
Por favor purifícame, Señor, moldeame, lléname de Ti, úsame.
Desterradme todas las fuerzas del mal, destruidlas, vencedlas,
para que yo pueda estar sano y hacer buenas obras.
Desterrad de mí todos los hechizos, la brujería,
la magia negra, la malicia, las corbatas, las maldiciones y el mal de ojo;
las infestaciones diabólicas, las opresiones, las posesiones;
todo lo que es malo y pecaminoso, los celos, la perfidia, la envidia;
las dolencias físicas, psicológicas, morales, espirituales, diabólicas.
Quemad todos estos males en el infierno,
para que no me vuelvan a tocar ni a mí
ni a ninguna otra criatura en el mundo entero.Humildemente pido la ayuda de Dios y de sus ángeles y santos en el cielo,
para que manden y pidan a todos los poderes q
ue me molestan -por el poder de Dios todopoderoso,
en el nombre de Jesucristo nuestro Salvador,
por la intercesión de la Inmaculada Virgen María- que me dejen para siempre,
y que sean consignados al infierno eterno,
donde serán atados por San Miguel arcángel,
San Gabriel, San Rafael, nuestro guardián.Oh mi Señor, Tú eres todopoderoso,
Tú eres Dios, Tú eres Padre.
Te rogamos por la intercesión y ayuda de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel,
por la liberación de nuestros hermanos
y hermanas que están esclavizados por el maligno.
Todos los santos del cielo, vengan en nuestra ayuda.
De la angustia, de la tristeza y de las obsesiones,
Te suplicamos: Líbranos, Señor.
De odio, de fornicación, de envidia,
Te rogamos: Líbranos, Señor.
De pensamientos de celos, rabia y muerte.
Te suplicamos: Libéranos, Señor.
De cada pensamiento de suicidio y aborto.
Te suplicamos: Libéranos, Señor.
De toda forma de sexualidad pecaminosa.
Te suplicamos: Libéranos, Señor.
De cada división en nuestra familia, y de cada amistad dañina.
Te suplicamos: Libéranos, Señor.
De todo tipo de hechizos, malicia, brujería y cualquier forma de ocultismo.
Te suplicamos: Libéranos, Señor.
Señor, Tú que dijiste: “Os dejo la paz, mi paz os doy”,
haz que, por intercesión de la Virgen María,
nos liberemos de todo maleficio
y disfrutemos siempre de tu paz.
En el nombre de Cristo, nuestro Señor. Amén.
