Oración al sagrado corazón de Jesús
Cuando se presenta ante nosotros un grave necesidad, un problema sumamente difícil de resolver, con corazón compasivo recurrimos a Dios, a su eterna voluntad de cambiar las cosas para bien. Todas las fuerzas humanas no son comparables con el poder de Dios, con su capacidad de sanar a las personas. Su corazón está lleno de consuelo, y es allí donde encontramos el refugio ante las fuertes necesidades. Una grave necesidad, por ejemplo, es la carencia de trabajo, la falta de salud, el daño que se puede causar en una familia por distintas relaciones sociales.
Sea cual fuere nuestra necesidad, nunca debemos abandonar la oración. En Jesús confiamos y sabemos que con poderosas oraciones podremos llamar su atención. Aunque el todo lo sabe, aunque Él ya está al tanto de nuestra situación, y si se está “demorando”, en realidad no lo está haciendo, sólo que nadie puede manejar los tiempos de Dios. Todas las necesidades, por más fuertes que sean, terminan pasando. Y Dios será el primero en atendernos, si lo tratamos con respeto y si nuestro pedido es justo.
Oración al sagrado corazón
Corazón de Jesús, que ha soportado todos nuestros dolores,
fortaléceme.
Corazón de Jesús, que ha pesado este dolor antes de enviárnoslo,
ayúdame.
Corazón de Jesús, siempre conmovido por la vista de los dolores,
ten piedad de mí.
Corazón de Jesús, bello en tus penas,
enséñame a ser santo a través de esta aflicción.
Corazón de Jesús, gastando por las almas en medio de tus penas,
hazme desinteresado en apoyar las mías.
El Corazón de Jesús, perturbado en la tumba de Lázaro,
consuela a los que lloran.
El Corazón de Jesús, ablandado por las lágrimas de Magdalena,
compadece a los afligidos.
Corazón de Jesús, cuya tristeza fue antes que la tuya,
enséñanos a unir nuestras penas a las tuyas.
El Corazón de Jesús, agonizado en Getsemaní,
nos fortalece en todos los dolores de la vida.
Oración al corazón de Jesús
Oh Dios Todopoderoso, que sufriste la muerte en la cruz,
particularmente por mis pecados, está conmigo.
Santa Cruz de Jesús, ten piedad de mí.
Santa Cruz de Jesús, sé mi protector.
Santa Cruz de Jesús, quita todos los dolores amargos.
Santa Cruz de Jesús, quita todo mal.
Santa Cruz de Jesús, déjame caminar por el camino de la salvación.
Sálvame de cualquier accidente temporal,
quita cualquier peligro de muerte súbita.
Siempre adoro la Santa Cruz de Jesucristo:
Jesús de Nazaret crucificado, ten piedad de mí;
haz que el espíritu del mal me abandone para siempre.
Oh Madre del Perpetuo Socorro.
Me paro ante Tu imagen sagrada
y con una conciencia infantil invoco tu ayuda.
Muéstrate una madre para mí ahora.
Ten piedad de mí. Oh, querida Madre del Perpetuo Socorro,
por el amor que le das a Jesús y en honor a Sus Sagradas Llagas,
ayúdame en esta mi necesidad….
Mencione aquí sus intenciones…..
Oh, Madre amorosa, te dejo todo en el nombre del Padre.
Os dejo todo a vosotros en nombre del Hijo.
Te lo dejo todo a ti en el Nombre del Espíritu Santo.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ruega por nosotros.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ruega por nosotros.
Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, ruega por nosotros.
Amén.
Oración al Sagrado Corazón de Jesús
Sagrado Corazón de Jesús,
derrama Tus bendiciones abundantemente sobre Tu santa Iglesia,
sobre el Sumo Pontífice y sobre todo el clero.
Concede perseverancia a los justos,
convierte a los pecadores, ilumina a los infieles,
bendice a nuestros padres, amigos y benefactores,
ayuda a los moribundos, libera almas en el purgatorio,
y esparce sobre todos los corazones el dulce imperio de Tu amor.
La misericordia que El Señor ha tenido con el mundo entero es verdaderamente sorprendente, por esta razón no temas ante las circunstancias más adversas, ya que Cristo demostró en sus evangelios, que todas están muy por debajo de su poder o su gloria, así que no temas.
El Sagrado Corazón de Jesús que derramó agua y sangre durante su muerte y pasión, es una gran muestra de piedad que el Hijo del Hombre tuvo con su pueblo. Así que si en este momento estás pasando la peor de las tribulaciones, recuerda que ni la muerte que envolvió a Lázaro, incluyendo su estado de descomposición, pudieron escapar ante el poder y gloria del Carpintero de Galilea.
El Rey de Reyes es el Señor, confía en Él, aunque sea difícil, aunque medianamente solamente puedas siquiera imaginarlo, confía, Él te demostrará todo lo que puede hacer e inclusive mucho más de lo que esperas.
Desde lo más profundo de mi nada, me postro ante Ti,
Oh Santísimo, Divino y Adorable Corazón de Jesús,
para rendir todo el homenaje de amor,
alabanza y adoración en mi poder.Amén.
Cristo devolvió la visión a Bartimeo, quien se lo suplico con mucha fé, al lado de ese milagro, seguramente tu urgencia palidece, así que ten la plena certeza, que Cristo Jesús está listo para actuar o está aguardando el momento indicado, solo debes saber que se glorificará en medio de tu circunstancia.
En este momento coloca en tu mente esa grave necesidad, a pesar de que para ti no tenga salida imaginable y ponla dentro del corazón de Cristo Jesús y observa como la sangre de Dios se bombea al mundo entero y cuando pasa en medio de esta grave circunstancia, esta va aminorándose, cayendo y pronto no estará y tú sólo tendrás mente y corazón para alabar al Señor.
Vete y que se haga en ti, lo que has creído, lo que el Sangrado Corazón de Jesús dejó en tus manos.
Devoción diaria al Sagrado Corazón
Oh, corazón santísimo de Jesús, fuente de todas las bendiciones,
te adoro, te amo, y con profundo dolor por mis pecados
te ofrezco este pobre corazón mío.
Hazme humilde, paciente, puro y totalmente obediente a Tu voluntad.
Concédeme, buen Jesús, que viva en ti y para ti.
Protégeme en medio del peligro. Consuélame en mis aflicciones.
Dame salud corporal, ayuda en mis necesidades temporales,
Tu bendición en todo lo que hago,
y la gracia de una muerte santa. Amén.